Jean-Auguste Dominique Ingres - Biografia
Jean-Auguste-Dominique Ingres,
más conocido como Dominique Ingres (Montauban, Tarn-et-Garonne, 29 de agosto de
1780-París, 14 de enero de 1867), fue un pintor francés.
Ingres no fue, en sentido
estricto, neoclásico ni académico, sino un ferviente defensor del dibujo. Resulta
a la vez clásico, romántico y realista.1 Ingres constituye un claro exponente
del romanticismo en cuanto a los temas, el trazo abstracto y las tintas planas
de intenso colorido.2 Algunas de sus obras se enmarcan en el llamado «Estilo
trovador», inspirándose en el ideal estético griego y gótico, además de en las
miniaturas de los libros de horas de Fouquet.2 Igualmente, es ejemplo de
orientalismo, pues muchos de sus cuadros, especialmente desnudos femeninos,
están dominados por un sentido irreal del exotismo propio del siglo XVIII.2
Además de desempeñar como segundo
violinista en la orquesta del Capitolio de Toulouse, tuvo la oportunidad de
tocar en varios recitales privados organizados por Niccolo Paganini.3
Datos biográficos
Nació en Montauban, en
Tarn-et-Garonne. Su padre Jean Marie Joseph Ingres, escultor, pintor y
decorador, supo reconocer en su hijo el talento pictórico que poseía y
rápidamente favoreció sus aspiraciones artísticas. Con 11 años, ingresó en la
academia de Toulouse (1791) y se formó con maestros como el pintor Roques y el
escultor Vigan. En 1796 se fue a París para estudiar bajo la dirección de Jacques
Louis David, pero su frío clasicismo no encajaba en el ideal de belleza que él
tenía, fundado en las difíciles armonías de líneas y colores.
En 1801, ganó el primer Premio de
Roma con Aquiles recibiendo a los embajadores de Agamenón. Realizó numerosos
dibujos y retratos: La familia Riviére (1805); Granet, La hermosa Celia;
Napoleón entronizado (1806). En 1806, Ingres se marchó a Roma, donde permaneció
18 años, y descubrió a Rafael y el Quattrocento italiano que marcarán
definitivamente su estilo. Estos años de trabajo serán los más fecundos de su
carrera. A ellos pertenecen voluptuosos desnudos femeninos, entre los que cabe
destacar La bañista; paisajes, dibujos, retratos, y las composiciones
históricas o religiosas tratadas al modo de las mitologías históricas: Juana de
Arco, La virgen de la hostia, Jesús entre los doctores, Cristo entregando a San
Pedro las llaves del reino (1820) o Júpiter y Tetis. Está en el cenit de su
arte, pero en Francia sus cuadros pintados en Italia reciben acerbas críticas,
no gustan, e Ingres decide quedarse en Roma.
La gran odalisca (1814, 91 x 162
cm, Museo del Louvre)
En 1813 se casó con Madeleine
Chapelle, a la que dedicó la obra Il fidanzamento di Raffaello, en la que el
pintor italiano incorpora a la amante de Rafael, la famosa Fornarina. La caída
de Napoleón y las dificultades económicas y familiares significan para Ingres
un período bastante mísero, durante el cual pintó con desgana todo aquello que
se le encargaba. En 1820, se instaló en Florencia y, con la presentación en
Francia de su lienzo El voto de Luis XIII (1824), realizado para la Catedral de
Montauban, alcanzó un éxito clamoroso en los salones de París. Fue nombrado
director de la Academia de Francia en Roma, cargo que desempeñó de 1834 a 1840.
En 1841 regresó a París, donde
obtuvo una acogida triunfal y se le encargó la decoración de las vidrieras de
la capilla de Notre Dame. En 1846 expuso por primera vez en la Galería de
Bellas Artes, y a continuación se le nombró miembro de la comisión, junto con Delacroix.
En 1849, presentó su dimisión, motivada por el fallecimiento de su esposa.
A causa de una enfermedad que le
afectó a los ojos, en el último período, se vio obligado a valerse de alguno de
sus colaboradores para ultimar la parte secundaria de sus obras,
correspondientes al período maduro, caracterizado por la búsqueda de una
perfección de las formas.
En 1852, se casó con Delphine
Ramel. En 1862 fue nombrado senador.
La galería de retratos que dejó
constituye un testimonio muy valioso de la sociedad burguesa de su tiempo, del
espíritu y las costumbres de una determinada clase a la que él pertenecía,
reflejando las virtudes y sus límites.
Estudió música, disciplina en la
que también destacó. Durante una temporada fue segundo violinista en la orquesta
del Capitolio de Toulouse; de este pasatiempo proviene la expresión francesa:
violon d'Ingres (violín de Ingres).
Murió a los ochenta y siete años.
Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise, París. La ciudad de Montauban
le dedicó un museo instalado en su taller, el Museo Ingres. Amaury Duval fue su
primer alumno.
Obra
El baño turco, 1862, diam. 108
cm, Louvre.
Su obra se divide, esencialmente,
en tres géneros:
La pintura histórica, sobre todo
a partir de su estancia en Italia. A modo de ejemplo, Juana de Arco en la
coronación de Carlos VII (1854, Museo del Louvre, París). En estas obras Ingres
continuó el estilo de David.4 La muerte de Leonardo da Vinci (1818, Petit
Palais, París) es un ejemplo de este estilo trovador adoptado por Ingres dentro
de este género.2 Otro ejemplo de esta época es La imposición del Toisón de Oro
a Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, XIV duque de Alba y VII duque de
Berwick (Madrid, Palacio de Liria), única pintura suya conservada en España.
Otro ejemplo es La apoteosis de Homero (1827, Louvre).5
Los retratos, aunque él consideró
este género como menor durante su juventud. Ejemplos: el de Mademoiselle
Caroline Rivière (1806, Louvre), el de Monsieur Bertin (1832, Louvre) o Madame
Moitessier (1856) (Galería Nacional de Londres). Ingres se convirtió en el
retratista refinado de la nobleza y la alta burguesía, que había accedido al
poder durante la monarquía de julio.4
Los desnudos femeninos, de líneas
sinuosas, dibujo exacto y pureza de formas. Algunas de sus obras más
importantes son:
Su Gran bañista (llamada La
bañista de Valpinçon, 1808, Louvre), recuerda a los lienzos de David durante la
Revolución;4 ofrece el torso de un desnudo femenino con un gran refinamiento
de contornos y de colores, la mujer está iluminada por los reflejos difusos de
la toalla y del turbante que limita con líneas arabescas. Esta bañista es la
primera de una serie que realizará a lo largo de toda su carrera.
La gran odalisca (1814, Louvre),
fue encargada para formar pareja con otro desnudo pintado por Ingres años
antes, La durmiente de Nápoles (1808; perdido). Representa a la mujer de un
harén recostada voluptuosamente en un diván, con una pose que recuerda a Madame
Récamier, de David, de la que Ingres pintó los accesorios. Es ejemplo del
estilo orientalista de Ingres.2
El baño turco (1862, Louvre),
representa un grupo de mujeres desnudas en un harén.
Referencias:
1 imagen tomada de: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/94/Ingres%2C_Self-portrait.jpg/220px-Ingres%2C_Self-portrait.jpg
2 imagen tomada de: https://www.biography.com/.image/ar_1:1%2Cc_fill%2Ccs_srgb%2Cg_face%2Cq_auto:good%2Cw_300/MTE5NTU2MzE2MjU1NjUxMzM5/jean-auguste-dominique-ingres-9349429-1-402.jpg
Texto tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Auguste-Dominique_Ingres
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